INVENTARIO

lunes, mayo 5

Todo es culpa tuya, princesa


Nicole tiene 10 años. Es una niña grande y bonita de ojos marrones almendrados. Aprendió a hablar y a escribir antes de tiempo. Cuando era pequeñita, algunas noches me quedaba con ella hasta muy tarde contándole cuentos que en lugar de hacerla dormir la despertaban más.
- y ¿que más?, mami…¿qué más?
- Nada más, mi amor, ahí termina. En que el patito se convirtió en un cisne.
Pero no, ella quería saber más del cisne, de los cerditos que se salvaron del lobo y qué fue del lobo también.
Opté entonces por dejar de lado los clásicos e inventar mis propios cuentos que sólo terminaban cuando Nicole quedaba dormida. Aparecían muchísimos personajes en situaciones tiradas de los pelos como una zarigüeya que va a la luna o una jirafa de cuello corto que debía trepar una escalera para poder comer.
Así es que un día inventé una historia sobre las nubes. Nicole, ya más grande, la leía conforme yo la iba escribiendo y al terminarla se la regalé. Este cuento se llama “Phuyu” y ha sido corregido y modificado en dos o tres sesiones. Tal vez se publique algún día. Ésta o alguna otra de las historias que invento para ella, aunque ahora ya no las necesite para dormir. Si esto finalmente sucede, todo es culpa tuya, princesa…y gracias!

No hay comentarios: