INVENTARIO

lunes, diciembre 28

NAVIDAD 2009

No tengo nacimiento, ni arbolito, ni luces, ni botas, ni hombrecitos de nieve ni “papanoeles” adornando mi casa. No juego al “amigo secreto”. No envío postales, ni físicas ni virtuales, a la familia o amigos. No soy testigo de Jehová. No soy el grinch. Solo tengo un desapego total por la ceremonia de preparar el ambiente para recibir el nacimiento del niñito Jesús. Es extraño porque cuando vivía en casa de mis padres, en noviembre, ya estaba mi mamá desempolvando el árbol, desenredando las lucecitas y reemplazando las bolas de colores que no sobrevivieron la navidad pasada. Mi papá diseñaba primero el nacimiento que iba a construir y luego se iba contento a comprar los materiales. Así, a veces el niño nacía en cuevas rodeadas de vegetación natural (nunca en ese papel verde con gotas de colores) en laberintos de hielo o en pesebres colgantes. El primer adorno que se colgaba era el que yo había hecho en el colegio: Una coronita, un reno, una bota escarchada…
Como el niño va a nacer en el departamento de mis suegros, donde pasaremos la Nochebuena, no me preocupa, aunque tal vez, a última hora, sienta remordimiento y salga volando a comprarlo todo para que nadie diga que en esta casa no se le quiere al niño, o para que mi niña, no vaya a recordar con tristeza esta navidad. Lo que, en todo caso ya tengo, son las paltas, los choclos, el tocino, los camotes, las naranjas, etc. para la cena y los regalos para Micaela, Paula y Nicole, que son las más pequeñas de la familia.
A las doce, imaginaré a mi familia reunida alrededor del nacimiento. A mi abuela llorando por mi abuelo, a mi madre llorando por mi padre, a mi tía llorando porque las otras dos están llorando. Pero luego se abrazarán, se dirán cuanto se quieren y finalmente las sonrisas al entregarse los regalos mientras, al fondo, Chabuca Granda canta la misa criolla entre silbidos de los fuegos artificiales y cuetones.
Me siento como asomada a la ventana del jardín que da al comedor donde todos conversan, se pasan las ensaladas, se ofrecen más vino. Donde estaré la próxima vez que nazca el niño…

2 comentarios:

omar dijo...

Cada vez escribes mejor... de verdad!

Paola dijo...

Entonces inclúyeme en la lista de los "blogs que sigo"...¡ñaca! y merci...